Feminazis, hembristas... #nomellamonena

La campaña #nomellamonena surgió en Lavapies para protestar contra el acoso callejero que sufren las mujeres, muchas de forma casi constante. Si no has visto las fotos, puedes verlas aquí.

La reacción de muchos hombres a dicha campaña fue tacharla de hembrista, de generar violencia, de responder al "machismo con hembrismo, lo cual no tiene sentido" y, alguno, se tiraba a la piscina y hasta anunciaba que esas formas solamente desprestigiaban al feminismo. Analicemos por qué lloriquean tanto estos pobres varones.

A ver, pesada, ¿Qué piden ahora las feminazis locas? ¿Eh? ¿¡Que no las piropeen por la calle!? ¡No me digas! ¿No vamos a poder ni deciros guapas ya? ¡Si deberíais tomároslo bien, significa que estáis buenas! Digáis lo que digáis, a la mayoría de las mujeres les gusta (un tuitero dijo que al 90%)... además, muchas es que lo van pidiendo: escote, faldita corta, tacones, maquillaje... A ver si esto del feminismo se os va a ir de las manos, hembristas... bueno, vale, vale... comprendo que a algunas os pueda molestar, pero... reconoced que la forma en la que lo exigís, no son las correctas: ¡Pedís respeto, sin dar respeto! ¡Estáis colocándoos al nivel de los machistas!

Y todo son risas e indignación por las hembristas histéricas. Sin embargo, es gracioso como, estos mismos machotes de primera cepa exigiendo su derecho a opinar sobre el cuerpo de cada mujer que vea por la calle, se escandalizarían (quiero pensar) al ver los carteles que se hicieron en su momento para ridiculizar y desprestigiar a las sufragistas.

Mi mujer se ha unido al movimiento sufragista... (¡He sufrido desde entonces!)

Nadie me quiere -  Supongo que seré una sufragista

Origen y desarrollo de una sufragista. A los 15 años, una pequeña mascota.
A los 20, una pequeña coqueta. A los 40, no casada aún. A los 50, sufragista.

Lo que yo haría con las sufragistas

¿Qué llevarán los hombres cuando las mujeres lleven pantalones?

Puedes ver más carteles aquí.
Llegados a este punto y vistas estas fotos, todo el mundo dice ¡Qué barbaridad, las mujeres solamente querían votar y mira cómo se reían de ellas! ¡Es evidente que eran hombres asustados de perder sus privilegios! ¡Menos mal que las mujeres obtuvieron el voto y así sus derechos!
Qué bien, qué feministas somos todos, qué a favor de la igualdad. Cómo nos indignamos con esos carteles.

Pues no. Porque luego salen los carteles de la campaña #nomellamonena y pasa lo que pasa. ¿A qué carteles se referían los hombres ofendidos cuando hablaban de carteles hembristas? Principalmente, a estos:

Porque, claro, todos podemos hacer bromas cuando casi matan a una actriz porno, y todos podemos reírnos con los chistes machistas, pero si unas mujeres ponen en un cartel que pueden cortar colitas... entonces ya, eso es otra historia. 

Es gracioso que estos hombres hayan saltado a la defensiva. ¿Debemos entender que se consideran acosadores a sí mismos? Porque la campaña es bastante explícita en cuanto a quién se refiere:

AL ACOSADOR. 

Sí, querido hombre, puedes dejar de llorar, si no vas por la calle acosando a ninguna mujer y respetas su espacio, no te pasará nada. No, no le quieren cortar la colita a cualquier hombre que le pase por delante y le roce el hombro sin querer en el metro, respira tranquilo, las hembristas no irán a matarte mientras duermes y beberán de tu sangre, eterna fuente de juventud mientras bailan alrededor de una vagina gigante. Nop. 

Solamente le desean la muerte y la castración al acosador general, al machote, a que invade su intimidad, al que se siente con poder de emitir un juicio sobre su cuerpo, porque él es un hombre, y tiene ese derecho: Te doy mi voto positivo, te doy mi aprobación, ya puedes quedarte tranquila, simple mujer, ahora que sabes que me la pones muy dura. 

Si, como hombre, estás a favor de la igualdad (como dices) ¿Estás en contra de que una mujer vaya por la calle sin tener que estar escuchando opiniones sobre su cuerpo constantemente? ¿Es que no es suficiente con que la televisión, las series, las revistas, las películas Disney, de Hollywood... nos hayan dicho desde pequeñas cómo tenemos que lucir? ¿Cómo comportarnos? ¿De qué tonalidad exacta tener la piel? ¿Las famosas medidas perfectas 90-60-90? No, no es suficiente. Tengo que salir a la calle y que me recuerden, nuevamente, que como mujer, es para eso para lo que sirvo, para satisfacer tu vista y tu miembro viril. Para entrar dentro de tus cánones. Y no, no vamos a pedirlo con un "Por favor y gracias" para que no os escandalicéis. Esto no va así. 

Todos estos hombres, ofendidos, dolidos, nadando en sus lágrimas de macho herido... acosan a la campaña de hembrista, feminazi... Como ya se ha dicho.

Os traduzco los términos:

¿Feminazi?

Me parece extremo y nazi que las mujeres estén hasta el coño de aguantar piropos y abusos por la calle y hayan hecho carteles en las que no ponen "Por favor, deja de acosarme, si no te importa, hombre". NAZIS, eso es lo que sois, exigiendo respeto. 

¿Hembristas?

Como hombre, me parece muy fuerte que habléis, aunque sea hipotéticamente de cortarle la colita a ningún hombre, porque me duele y me ofende. ¿No podéis poneros en mi lugar ni durante un segundo? ¡Desde pequeño he visto cómo mi padre se echa en el sofá y mi madre limpia, cocina, hace la compra... la colita es lo único que nos da poder, con eso no se juega! 

No es difícil entrar a forocoches y ver todo el hilo que formaron, además del repugnante hashtag como respuesta #nomellamonene donde básicamente se dedican a ridiculizar a las mujeres de la forma absolutamente esperable: Fea, bollera, no te tocaba ni con un palo, vete a la cocina, están gordas, parecen salidas de Mordor, peludas... etc 

¿Veis alguna diferencia con los carteles contra las sufragistas? Porque yo no. Las intenciones y los miedos son los mismos, solamente hemos cambiado el discurso según hemos ido consiguiendo recuperar nuestra parte del pastel, y, ellos han ido cambiando el suyo de la misma manera para el contra-ataque. Recordad que esa parte de la tarta no es vuestra, hombres, que no "nos la cedéis", que la recuperamos nosotras porque es nuestra.

Pero, no es necesario irse tan lejos, compañeros comunistas de Twitter también se alarmaron y criticaron el movimiento, tachándolo de exactamente lo mismo que un repugnante forocochero. Sí, amigas, lo siento, los comumachos existen, y viven entre nosotros.

Mi comumacho favorito fue uno al cual voy a respetar en el anonimato, para evitarle hordas de feminazis histéricas que le corten la colita. Pobrecito, hay que entenderlo. Como hembrista, voy a portarme. El comumacho en cuestión, tras acusar de hembrista a la campaña, acusó a todas las que estaban debatiendo con él (que éramos muchas) de... ¡Haber creado un futuro machista!

Porque, a ver, alguien tiene que entenderme. Voy, con mis privis de hombre, a tachar de hembrista a una campaña que busca deslegitimar el acoso callejero... ¡Y me llamáis machista! ¿A mí? ¡A mí! ¡Con lo feminista que he sido yo siempre! Pero, claro, ya me he mosqueado, ¿Sabes? Ya pa' mí que me voy a volver machista y que os voy a odiar el resto de mi vida... no sé yo si luchar por estas histéricas me vale la pena...tsss...

Creo que ha quedado bastante claro el tipo de personas que usan los términos feminazis y hembristas. 

Machistas forococheros (valga la redundancia) que lo expresan sin complejos y pseudo-feministas de palo que no son más que hombres educados en el heteropatriarcado que no se han revisado sus privis de hombre ni se han molestado en preguntarle a las mujeres cómo funciona su lucha.

La próxima vez que alguien te llame feminazi o hembrista... o use dichos términos como adjetivos, por favor, pásale este post, y que se lo haga mirar. 

Y, por último, aclarar lo obvio:

Ninguna campaña contra el acoso callejero deslegitima la lucha feminista.

El hembrismo no existe

El feminazismo tampoco

Dejad de inventaros términos para deslegitimar, ahora sí que sí, la lucha feminista. Lo único que deslegitima la lucha feminista es vuestro machismo y vuestro miedo a que esa lucha venza. 

Y, cuando eso ocurra, cuando el feminismo venza, os aseguro que nos reiremos de los carteles de la contra-campaña forocochera #nomellamonene ridiculizando a las mujeres de la campaña #nomellamonena, como ahora nos reímos de los carteles anti-sufragistas.